La vida es menos vida si no vienes y la compartimos.
Martes 29.06.2010
Estoy convendida de que to
dos lo hemos comprobado alguna vez. En alguna ocasión hemos sentido esa necesidad de hacer de algo, únicamente nuestro. Aislarlo, individualizarlo. Seguro que hemos tenido la necesidad de aferrarnos a cualquier elemento a lo que solo nosotros podamos acceder. Puede que por inseguridad, o símplemente por estar cansado de que nos acaparen todo. Lo más probable es que el ser humano debe manipular algo, por mínimo que sea, para sentirse alguien. Los momentos son un, no sé si claro, ejemplo. A lo largo del tiempo hay multitud de situaciones que necesitamos que sean sólo nuestras, que sólo nosotros las aprovechemos, que sólo nosotros nos beneficiemos de ellas. Y los demás, que tengan las suyas. Cuántos errores habremos cometido y nos hemos prometido no liberarlos de nuestra cabeza. O cuántas alegrías nos habremos llevado y quizá por egoísmo hemos decidido no dejar que se escapen para sólo disfrutarlas nosotros. Si compartes un problema tendrás medio. Si compartes una alegría, tendrás dos. Ignorantes que somos. Lo siento pero: la vida, si no se comparte, no es vida.
