Excursiones ficticias.
Sábado 05.03.2011
Un termo de ánimo templado. Dos cantimploras con anécdotas. Un par de bolsas para desechos de deseos. Tres metros de seguridad a modo de cuerda. Tuppers para conservar las ideas. Errores higiénicos para limpiar las botas. Trescientos mililitros de sensatez en formato gel. Indiferencia congelada en una nevera tamaño lata. Autosuficiencias de papel. Aliento isotónico. Energías limpias de respuesto. Un llavero de proyectos atado a la cremallera. Y poco más.Anoche perdí el norte y mi mochila comienza a cuartearse por el peso. Los remiendos en los sesos no prometen aguantar y para qué mentir, vergonzosas primaveras llevo sin aprender a coser. Y ni ganas. El condenado futuro me estafó hace dos días; una jugarreta al cara o cruz, y ya ves, sin brújula que ando. Deambulo cual ánima ebria por el pasillo blanco de mi vida. Ni una jodida flecha, huella, mancha, indicio, rastro, signo, pista,vestigio, síntoma, seña o sospecha, de que todo irá bien. De qué será de mí ahora. O ahora. O quizás ahora...