¡Y que vivan las cosas mal hechas!

Viernes 11.06.2010

Siempre me ha llamado la antención ese inútil sentimiento de arrepentimiento. Es extraño, porque realmente es un sentimiento que no soluciona nada; no hace que te des cuenta de nada (como haría por ejemplo la decepción), ni hace que vivas más intensas las experiencias (como lo haría el miedo). Pero como sentimiento que es, es inevitable, involuntario. Es una sensación que surge después de haber realizado algo, algo de lo que más tarde no nos sentimos especialmente orgullosos. Y curiosamente, la mayoría de las ocasiones en que se nos acerca el arrepentiemiento es tras haber realizado algo mal. Pero una cosa, ¿no estamos hartos de escuchar que de los errores se aprende? o ¿que no hay cosa más bonita que equivocarse? Pues bueno, solo espero que os envidien por no tener miedo de hacer las cosas no tan bien, porque al menos, sereis afortunados de haberlas hecho. Pensadlo bien: ¿no es más llevadero ese arrepentimiento por las cosas que se hacen que por las que no se hacen? ¿No quema más la incertidumbre de no saber qué hubiera ocurrido en tal o cual caso, porque no nos hemos atrevido a hacerlo? Hoy mismo, nos retaría a no quedarnos nada por hacer, y sí, por supuesto, os invito a arrepentirnos más tarde. Pero seguramente lo haremos riéndonos, y batiendo el record de "Yo tambien..."s en el Facebook.